lunes, 30 de septiembre de 2013

POESÍA. "La derrota". Isla Correyero (Miajadas, Cáceres, 1957)

Isla Correyero

LA DERROTA

Está sentado al fondo del salón
y su carne despide frías llamas.
Sorbo tras sorbo bebe lame la copa vagan los dedos
con intenso placer mira y se inclina.
El hocico de mármol lentamente aplastado
contra el cristal
tiñe de rojo el líquido
los cubos transparentes
la cereza.
Locura son los ojos bajo el cabello negro
ojos de vengador
ojos rasgados
indescriptibles ojos de piedra curva y verde.
Caín salvaje corzo sorprendido
sostiene un cigarrillo
donde el labio flotante deja inmóvil la sonrisa.
Insondable palpita el corazón
lo aprieta
amargo témpano
resbala
desgarrador el fuego de la nieve.
Exhala el humo
brilla la dentadura bajo la lila lámpara
huracanes de luz vapor y polvo.
Así la lengua esconde desdeñoso el mohín
huyentes los oídos
en el rincón su imagen se refleja en un plato
de porcelana azul.
Mancha la perla de los gemelos con la saliva
muerde los nácares gira los dientes
y grácil pósase la mano sobre el muslo.
Músculos tensos punzantes astas
el ropaje no impide la vibración secreta
de las brasas en él.
Piernas abiertas
potentes venas
cruzan la orilla de la epidermis
sedienta y rosa.
Oye el adagio de Albinoni en la orquesta
melancólico agita los pies y las pestañas
e intensamente le sube hasta el rostro
un verdino color de sufrimiento.
De los ojos las lágrimas tibias caen a la mesa
a la copa al reloj.
Son las tres y las dalias se deshojan dejando
uno a uno
lo pétalos
sobre una bandejita de plata y un mensaje:
“Llegaré hacia las doce.
No estoy serena hoy. Tuya, tu Isla.”
Un camarero
de blanquísimo delantal hasta el tobillo
sumisamente enhiesta la cabeza
se acerca a él y sirve
otra copa de lima con ginebra.
Y al volverse
las ruedas
del botellero crujen
y un gesto de desorden a los dos hombres une.
-“Mozo, estrújame la mano y siéntate a beber.”-
Huele el ambiente a tabaco y a invierno.
Con las dos manos juntas y un murmullo de cera
mi presencia anotaba
en este cuadernillo
tal historia de amor.
La noche se ha parado. Mi corazón también.

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